Nace un Corredor de Paz en Culiacán

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Nace un Corredor de Paz en Culiacán

 

La ampliación de la avenida 21 de marzo, la que topa con la carretera La Costerita, se convirtió en un Corredor de Paz con la intervención de murales y una limpieza del espacio por el que ahora vuelven a transitar las personas de manera más segura.

 

“No se podía pasar por aquí”, dice el señor Noé García Verdín mientras ve los casi mil metros de paredes recién pintadas en la carretera vieja a El Ranchito.   

“Aquí estaba muy lleno de basura, aquí todo se puso en mal estado, se quedó abandonado. La gente lo usó de basurero, de tiradero de animales muertos y a veces de uno que otro difuntito”.

 

Habla de la carretera vieja a El Ranchito, una extensión de la avenida 21 de Marzo, al sur de Culiacán. Este es uno de los sitios que años atrás fue catalogado como uno de los más inseguros de la capital de Sinaloa, pero eso ha cambiado.

 

 

 

 

Era un lugar que fue conocido como “Callejón de la Muerte”, pero que ahora fue nombrado “Corredor de la Paz”.

Ahí, donde se tienen levantados distintos cenotafios para recordar la memoria de personas que murieron, se hizo una intervención artística liderada por DENSER, artista visual, quien forma parte de Vamos Pintando y Más Vida.

 

“Aquí la base principal que tomamos son los valores, que todo el Callejón de la Muerte era lo que menos tenía”, dijo Denser, quien utilizó más de 800 latas de pintura para crear los murales.

 

 

 

 

 

Para los vecinos, los murales han traído un cambio importante. Ahora ya no se tira basura, la gente comenzó a caminar sobre el corredor y se volvió a tener tránsito de vehículos conducidos por personas que quieren acortar caminos o solamente admirar las obras.

 

Los casi mil metros de murales se dividen en dos paredes, una de ellas donada por vecinos y la otra por la empresa Qualtia, en la que trabajan decenas de personas para el reparto de alimentos.

 

“Para nosotros era siempre una lástima ver este espacio muy sucio, muy contaminado, ver que las personas lo tenían como lugar de desecho, que todo mundo tenía miedo de pasar por aquí, que solamente se acercaban personas que no tenían un buen propósito”, explica Carlos Alberto Inzunza Aldana, Gerente de Más Vida.

 

“¿Qué hicimos nosotros? Cambiarle el sentido, tratamos de quitarle esa vocación de inutilidad para darle una vocación de cultura, una vocación de paz a este espacio”.

 

El Corredor de la Paz puede ser admirado por cualquier persona que se encuentre cerca de la colonia El Ranchito, para así conocer de qué manera se puede intervenir espacios en la ciudad para generar entornos de paz.

 

 


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